miércoles, 6 de marzo de 2019

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En el tarot de Marsella ocurre un asesinato. Ocurrió y siempre ocurrirá el inevitable asesinato del Emperador. El problema es que condenan al personaje equivocado: la lámina de Le Pendu o El Colgado, insiste que es inocente y que ha sido injustamente condenado a estar colgado por un acto que no cometió. Quienes mataron al Emperador se trata de una pareja, no uno solo. La carta de la Muerte, la que aún lleva tiras de carnes en su fisonomía, enojada indica quiénes son los dos culpables. Pero la carta de los Enamorados confunden la revelación. Lamentablemente, este mundo está muy emparentado con la relación Tanatos-Eros. Genera una fuerza de crispación que confunde la correcta lectura del asesinato que, todavía está por cometerse, en una fecha incierta del medioevo.

El tarot es la máquina de imaginar, el artefacto que perdurará por los siglos y que guarda demasiada simbología. Algunos aducen que elaborar un tarot propio, iría más acorde a su forma de trabajar y leer, sea el pasado o el futuro. Por eso es que hay tantos nombres de autores como tarots sea posible: el de Visconti-Sforza, el de Eliphas Levi, el impreso en Marsella, el de Papus y el de Rider que fuera impreso por Waite con las ilustraciones de la artista Colman, el de las hadas, de los dragones, entre otros más modernos.

Pero lo cierto es que el tarot no sirve solo para predecir el futuro (poca cosa), cuando en verdad tiene otras potencialidades, aún latentes, aún desconocidas del todo. Leer el tarot como si fuera un libro, es entender el significado profundo que encierran las láminas: el mensaje solo para iniciados, así como el Fausto de Goethe, La flauta mágica de Mozart o Las bodas alquímicas de Christian Rosenkreuz. A pesar de las variaciones entre un diseño y otro, del orden de los personajes entre un tarot y otro, el mensaje prevalece y nos narra una historia que perdura con el paso de los siglos.

La muerte del colgado (Le Pendu) no es sino una metáfora, ¿la muerte del ego quizás? Pero si entreviéramos, donde parece que estuviera colgado, es en realidad un féretro en el que es transportado. En el aire o entre dos columnas, es un transporte hacia otra fase de su vida.

En el caso de la torre que es atacada por un rayo superior, se nos habla de un hecho inminente, del cual no hay mayores noticias. Apenas si sobreviven los hechos en la lámina. Una fuerza exterior busca o pretende destruir la torre, hundirla, aún a costa de quienes lo construyan o la cantidad de personas implicadas en su elaboración. La pregunta es: esa fuerza, que viene de arriba, ¿qué refleja? ¿por qué aniquila y hace volar por los aires a dos obreros? ¿qué es lo que pretende destruir?

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